
Aron Loya, representante de la empresa Botas Rotas de Rodeo, expresó sorpresa ante el reciente pronunciamiento de Gobernación sobre la suspensión de eventos tradicionales, señalando que existe confusión y desinformación en torno a las razones de la medida. Aclaró que, según lo expuesto en la Mesa de Seguridad, la determinación no está relacionada con maltrato animal, sino con temas de inseguridad, y que inicialmente se planteó como una acción limitada a este fin de semana.
Loya señaló que la suspensión afecta de manera directa a empresas dedicadas al entretenimiento y al deporte del rodeo, ya que varios eventos programados para fin de año tuvieron que ser pospuestos, impactando no solo a los organizadores, sino también a un amplio sector económico. Destacó que estas actividades generan empleos directos e indirectos, además de atraer turismo de otras regiones de México y de Estados Unidos interesado en las tradiciones del norte, como el rodeo, la charrería y las carreras de caballos.
En el aspecto económico, explicó que las pérdidas son significativas, ya que muchos organizadores ya habían invertido en publicidad, producción y anticipos para grupos musicales y proveedores. Aunque algunos eventos se han reprogramado, consideró que no es una solución efectiva, pues el periodo vacacional de fin de año es cuando hay mayor asistencia, mientras que enero representa una etapa económicamente complicada para el público.
Finalmente, advirtió que, de extenderse la prohibición, el sector podría organizarse para manifestarse, ya que estas actividades forman parte de la identidad cultural del estado. Señaló que eliminar o limitar de manera prolongada eventos como el rodeo, la charrería o las carreras de caballos afectaría no solo la economía, sino también la esencia de una región históricamente ligada a la tradición vaquera.
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