La activista trans y defensora de derechos humanos Mayte Regina Gardea denunció públicamente un ataque armado contra su familia ocurrido la noche del [fecha], en la comunidad de Pitorreal, municipio de Bocoyna, Chihuahua, así como la omisión de auxilio por parte de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua.

De acuerdo con su testimonio, personas armadas atacaron la vivienda de sus padres, donde se encontraban mujeres, niñas, niños y varios integrantes de su familia. La casa y el vehículo familiar resultaron severamente dañados por impactos de bala. Mayte Regina señaló que su familia sobrevivió de manera milagrosa, y que uno de sus sobrinos resultó con lesiones, sin que hasta la mañana siguiente hubiera acudido ninguna ambulancia ni personal de la fiscalía, a pesar de que las llamadas de auxilio fueron realizadas y documentadas.

La activista denunció que, ante la ausencia total de autoridades, su hermano tuvo que resguardarse dentro de la vivienda para proteger a su familia, sin contar con armas de fuego. Hasta el momento de su declaración —más de ocho horas después de los hechos— no se había realizado el levantamiento de declaraciones ni la inspección del lugar.

Mayte Regina Gardea señaló directamente como presuntos agresores a:
• Jorge Alan González Molina
• Abelardo González
• Jack Abelardo González Molina
Asimismo, responsabilizó al Estado mexicano y a la Fiscalía General del Estado de Chihuahua por cualquier daño adicional que pudiera sufrir su familia, al considerar que existe una omisión grave en su deber de proteger a la población.

La activista advirtió que este ataque ocurre en un contexto de amedrentamiento contra su labor como activista, y aseguró contar con pruebas y documentación que respaldan su denuncia, las cuales hará públicas en su momento. También alertó que su familia continúa en una zona de alto riesgo, incomunicada y sin garantías de seguridad.

Finalmente, hizo un llamado urgente a la sociedad civil, medios de comunicación y organismos nacionales e internacionales —como la CNDH, la ONU y la Corte Interamericana de Derechos Humanos— para que el caso sea visibilizado, se garantice la seguridad de su familia y se investiguen los hechos con imparcialidad.
´´Hoy fue mi familia, pero esto le pasa todos los días a muchas otras familias que no tienen voz´´, expresó la activista, reiterando que no guardará silencio hasta que haya justicia.